Más difícil de lo que pensaba

Yo pensaba que lo podía hacer todo y al tiempo. Pero me he dado cuenta que no. Me he dado cuenta hacer el podcast todos los domingos y al mismo tiempo poder grabar un programa de televisión que requiere de mi 24x7 es una medio utopía, me cuesta mucho trabajo sacar el tiempo para poder grabar el podcast, por lo menos como yo quiero hacerlo que es el pensamiento de la semana grabado sin antelación.

Es también gratificante ver que por lo general puedo darle manejo a la tormenta, pero en el fondo de mi subconsciente todavía pienso en el juicio que pueden estar haciendo otras personas de mí por estar saliéndome del cauce del río en el que en teoría estoy hoy en día. Lo bueno de esta travesía es que he aprendido muchísimo de mí y me he dado cuenta de lo mucho que me falta trabajar en mí mismo todavía, por lo menos en este escalón de la vida en la que me encuentro.

Porque entre más conciencia, mayores son los retos y más profundo debe ser el trabajo interior. Y claro que es más fácil poder tener tranquilidad y ser zen, por llamarlo de alguna forma, en un mar totalmente tranquilo y con un sol radiante que intentar practicarlo en la mitad de una tormenta. Y que tormentas que hemos vivido todos los días a nivel físico y espiritual haciendo este programa en las últimas semanas que dicen pareceros y parecerá que estamos llegando al final de otra semana más.

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Índice

1. Puedo hacerlo todo (y al tiempo)
2. No es una queja
3. Lo bueno de ser consciente
4. Por un buen camino
5. ¿Quieres profundizar más?

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Puedo hacerlo todo (y al tiempo)

El pensamiento de la semana gira alrededor de que yo pensaba que lo podía hacer todo y al tiempo. Pero me he dado cuenta que no. Me he dado cuenta que escribir el Blog y hacer el podcast todos los domingos, y al mismo tiempo grabar un programa de televisión que requiere de mi 24x7 es una medio utopía, me cuesta mucho trabajo sacar el tiempo para poder hacer otras cosas, por lo menos como yo lo quiero hacer.

Y me encuentro a veces estresado porque el tiempo del día va corriendo y no puedo atajarlo. No puedo detenerlo, llega la noche y no he escrito la entrada del pensamiento de la semana y así pasa el tiempo. Tal vez es porque soy demasiado perfeccionista y trato de hacer un Blog y un Podcast al mismo tiempo con un texto muy trabajado y un audio del mejor nivel.

Se que no vale la pena estresarse por lo que no puedo controlar, sin embargo el compromiso que adquiero conmigo mismo y con todos ustedes que lo leen (o escuchan) es importante y por eso quisiera honrarlo todos los domingos. Pero el día no me alcanza, la noche llega cuando estoy agotado y los problemas de llevar una producción de más de 200 personas es como ser el director de una orquesta pero no para una función de 1 hora sino de todo el día, sin parar, sin descanso.

No es una queja

Esto no es una queja, es para compartirles como es lo que hago ahora, algo que requiere de mi atención más de lo que inicialmente preveía cuando inicié este viaje de incoherencia consciente.  Solo quiero llevarlos de viaje conmigo, compartirles cómo ha sido mi experiencia, lo que estoy viviendo, sintiendo y aprendiendo con esta imposibilidad de hacer muchas cosas al tiempo. 

Lo bueno es que he aprendido mucho de mí y me he dado cuenta de lo mucho que me falta trabajar en mi todavía. Por lo menos en este escalón de la vida en la que me encuentro, porque entre más consciencia, mayor los retos y más profundo el trabajo interior.

Todavía me doy cuenta qué a veces estoy pensando en lo que otros pensarán de mí porque hoy en día soy una persona en teoría calmada, ecuánime y no siempre logró mantener esa ecuanimidad, y no siempre logró mantener la calma,  a veces hablo fuerte y golpeado. Lo bueno es que cuando lo hago tengo la conciencia de que lo estoy haciendo. Y si fallo y no la tengo, he designado algunas personas más cercanas como mis “Pepe Grillo” para que cuando entre ese Ego subido de tono, me ayuden a ver lo que mi consciencia no nota en ese instante presente.

Por lo general puedo darle manejo a la tormenta, pero en el fondo de mi subconsciente todavía pienso en el juicio que pueden estar haciendo otros de mí por estar saliéndome del cauce del río en el que en teoría estoy hoy en día, ese cauce de plenitud, inspiración, motivación y buena energía constante.

Lo bueno de ser consciente

Por un buen camino

Pero al mismo tiempo es muy bello, ver como algunas personas que me conocían de mi vida anterior, reconocen lo mucho que he cambiado y es interesante ver que otros lo reconocen. Y el reconocimiento no es para contentar al EGO ni se hace  para que otros digan “mira cómo ha cambiado”,  se hace por uno mismo, pero que otros lo noten, habla de un reconocimiento de otros al proceso en el que te embarcaste años atrás, y eso es como si te dijeran, “si ves, no has perdido tu tiempo, lo has hecho bien, sigue tu camino así sea difícil”, por lo tanto me da satisfacción pero sin alejarme de la ecuanimidad.

En donde estoy,  recibo grandes aprendizajes sobre mí mismo todos los días, ya que estos vienen de ahí, de los momentos más complejos. Es el camino que escogí para este momento de mi vida y si el tiempo me lo permite, espero seguirles compartiendo cada vez que pueda.

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