¿Por qué entramos en conflicto con otros?
Y en últimas, para mí esta semana se trata de observar que no se trata de lo que piensa la otra persona. Se trata de observar lo que yo siento al escuchar a la otra persona, lo que yo siento que entra en disonancia con mi creencia y es lo que me lleva a tener una emoción que está sucediendo dentro de nosotros.
Si nosotros queremos salir de los momentos de infelicidad que a veces se vuelven constantes y ver los momentos de sufrimiento, de esos estados de conciencia de víctima, estamos obligados a observarnos a nosotros mismos. Estamos obligados a conocernos y entender cómo funcionamos para realmente poder salir de esos círculos que nos llevan al sufrimiento.
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Cómo es posible que un ser perfecto como Dios tenga la posibilidad de crear un ser imperfecto, como nosotros, al punto que con tal de defender nuestras creencias, pasamos por encima muchas veces de nuestros principios solamente con tal de justificalo.
Espero que este fin de semana los esté encontrando muy, muy bien, pero sobre todo, que tengan la mejor energía para iniciar esta nueva semana que está a punto de comenzar. Bienvenidos a este podcast semanal corto donde les comparto lo que ronda en mi cabeza y cómo podemos hacer para alejarnos del sufrimiento, encontrar más balance, más equilibrio en la vida y así acercarnos al estilo de vida que queremos.
Hoy quiero abordar un tema que para mí es muy importante y es, si no nos entendemos, ¿cómo pretendemos cambiar las cosas que no nos gustan?
En un tiempo donde el planeta está en caos, nuestros países están en caos, es inevitable que nosotros mismos por dentro también nos sintamos en conflicto. Y es inevitable el conflicto cuando el cerebro entra en comparación entre lo que és y lo que podría ser. Esa comparación, esas expectativas de cómo deberían salir las cosas, de cómo debería ser el mundo, nos alejan del momento presente. Y todo lo que nos aleja del momento presente nos aleja de estar en un estado de tranquilidad y plenitud.
Por eso, para mí, el camino del autoconocimiento, el camino de la evolución constante como un estilo de vida, es tan importante. Porque si no entiendo como funciona mi cerebro, si no entiendo cómo funcionan mis pensamientos, si no entiendo como funciona el mundo en general, pues me es más fácil estar sufriendo todos los días. Y vuelvo y repito el sufrimiento no es más que una expectativa no cumplida, de que las cosas salen de una forma diferente a como yo creo que deberían salir. Y cada vez que las cosas salen de una manera diferente, es como si estuviéramos alimentando aún más todos los sesgos de confirmación que tenemos.
Hay una cosa que tenemos todos los seres humanos en el cerebro y se llama el sistema de activación reticular o SAR y es una especie de filtro que está pendiente de confirmar todas las cosas que nosotros creemos. Esto sucede porque si nosotros observáramos el mundo a través de nuestros ojos y recibiéramos toda la información que está ahí, también a través del resto de los sentidos, sería demasiada información.
Entonces necesitamos filtrarla. ¿Y el filtro cómo funciona, qué escoge que pase y qué escoge que no pase de las puertas de la percepción? Es muy simple, escoge que pase todas las cosas que creemos. Si creemos que el mundo es verde, entonces vamos a ver más todo lo verde y dejamos de ver las cosas con otros colores. Pero obvio, ese es un ejemplo bobo.
Llevémoslo a la realidad, llevémoslo a las cosas que normalmente nos llevan a los conflictos. Piensen en política, piensen en religión, piensen en creencias que están fuertemente arraigadas si se come carne o si se es vegano. Todas esas creencias fuertemente arraigadas nos traen ejemplos que son más fáciles de reconocer.
¿Por qué está tan dividido el planeta?
¿Por qué calificamos a las personas entre buenos y malos y no tenemos la capacidad de auto observarnos y poder definir con ecuanimidad si nosotros somos “buenos” o somos “malos”?
¿Y cuando estamos siendo lo uno o lo otro y de quién depende el calificativo de si se es bueno o malo?
Porque en últimas, los seres humanos, a los ojos de Dios, a los ojos de la divinidad, a los ojos de la conciencia infinita universal, del mismo universo, somos seres perfectos y eso es algo que las personas que están en mis talleres y en la plataforma de EVVO Life conocen, que repito y repito muchísimas veces.
Y es que siempre le pregunto a las personas si creen que Dios existe primero, obviamente, y después, si son creyentes en Dios, preguntarles si creen que Dios es un ser perfecto y el 100% de las personas que son creyentes creen que Dios es un ser perfecto. Entonces la siguiente pregunta es ¿cómo es posible que un ser perfecto como Dios tenga la posibilidad de crear un ser imperfecto como nosotros?
Pues resulta que nosotros somos tan imperfectos. Dios nos creó de esa forma la fuerza creadora, el Padre Creador, lo que nos creó, nos creó perfectos cuando éramos bebés. Por eso se dice que cuando somos bebés son como ángeles en la tierra, porque los filtros de percepción todavía no están tan activos, porque el disco duro no tiene tanta información.
La información que se guarda en nuestro subconsciente, en nuestro disco duro, comienza a moldear la percepción que tenemos de El mundo y comenzamos a definir que es bueno, que es malo, que es correcto, que es incorrecto. Comenzamos a vivir la dualidad, y desde ahí este filtro de percepción, el SAR comienza a hacer un dibujo de lo que debe ser el mundo y comienza a buscar señales que confirmen que el mundo es como uno cree que es.
Entonces, si me gusta el político de izquierda, mi sistema de activación reticular, el SAR comienza a buscar todas las señales que reafirman que ese es el político correcto y por lo tanto va a resaltar todas las señales que reafirman que el político de centro o de derecha es incorrecto. Pero resulta que pasa lo mismo para quien cree en el político de derecha.
Su sistema de activación reticular va a sacar a la luz todo lo que reafirme que dice que su político es correcto y los otros incorrectos, al punto que nos lleva a ser incoherentes, al punto que con tal de defender nuestras creencias, pasamos por encima muchas veces de nuestros principios solamente con tal de justificar, eso es lo que se llama un sesgo de confirmación.
Trato de ver y confirmar todo lo que mis creencias dicen que es correcto. Pero repito, no es más que eso, no es más que información que está guardada en el disco duro.
Pero entonces, ¿a medida que vamos creciendo nos hacemos imperfectos? se podría uno preguntar, y la respuesta es no, nosotros seguimos siendo perfectos. Tal vez lo “imperfecto” son las creencias que tenemos, que son las que nos hacen reaccionar de una forma u otra, son las que nos hacen pensar de una forma u otra, son las que nos hacen sentir de una forma u otra.
Por eso la frase de Eckhart Tolle que dice:
“La sensación te llevará más cerca de la verdad de quien eres que el pensamiento.”
Cuando el habla de la sensación, está hablando mucho de la emoción sobre las cosas, sobre esa primera sensación que tenemos, sobre lo que está sucediendo en el momento presente, no lo que está en el futuro de nuestras expectativas ni en el pasado, sino lo que está sucediendo al momento presente.
Y todos esos sesgos de confirmación nos llevan a tener algo extra, y es, disonancia cognitiva, que es precisamente justificar todos nuestros actos. Así no sean coherentes, nos lleva a justificar por qué matar un perro es malo, pero matar una gallina o una vaca es bueno. Eso es lo que es una disonancia cognitiva, nos lleva a justificar por qué fumamos cuando sabemos que es muy malo, por qué tomamos algún tipo de bebidas alcohólicas o de drogas sabiendo que es malo, y lo justificamos, ahí es donde entra la disonancia cognitiva.
A todo lo que va mi pensamiento de la semana es con respecto a lo que está pasando en este momento en el mundo y cómo estos pensamientos, al entender cómo funciona nuestra cabeza, el entender como realmente somos seres perfectos y lo único que puede estar “mal” es el sistema de creencias que está en el disco duro de cada persona.
Lo que tengo que observar cuando estoy con otra persona que genera disonancia con mi “verdad”, que genera disonancia con mi forma de pensar, con mis creencias, es simplemente observar la divinidad en el otro y entender que es un ser humano perfecto como yo, que simplemente tiene información en el disco duro diferente a la mía. Eso es todo, no es nada más diferente.
Y en últimas, para mí esta semana se trata de observar que no se trata de lo que piensa la otra persona, se trata de observar lo que yo siento al escuchar a la otra persona, lo que yo siento que entra en disonancia con mi creencia y es lo que me lleva a tener una emoción negativa, por decirlo en este momento, o también positiva, pero en este momento lo que quiere observar es cómo uno a veces culpa al otro ser humano, culpamos a la situación y no observamos necesariamente es qué está sucediendo dentro de nosotros.
Si nosotros queremos salir de los momentos de infelicidad que a veces se vuelven constantes y ver los momentos de sufrimiento, de esos estados de conciencia de víctima, estamos obligados a observarnos a nosotros mismos, estamos obligados a conocernos y entender cómo funcionamos para realmente poder salir de esos círculos que nos llevan al sufrimiento.
Como siempre, la invitación es a que se conozcan más profundamente a ustedes mismos, a que se den la oportunidad de invertir tiempo en ustedes mismos, ya sea a través de la meditación, de la escritura, de cualquier cosa que les funcione, pero que estén invirtiendo tiempo en ustedes mismos todos los días.
Como siempre, la invitación, si quieren estar en este camino de evolución constante, es que hagan parte de la comunidad EVVO Life, que puedan profundizar con todos los talleres y micro travesías que tenemos para poder avanzar en este camino y estar evolucionando todos los días o, cualquier taller de cualquier otra persona que ustedes sientan que le sirve, pero que los ponga a pensar y los ponga a romper los paradigmas que podamos tener en la cabeza, que nos ponga a ser más ecuánimes con la forma como vemos el mundo, para así bajarle el volumen a estos sesgos de confirmación, a la disonancia cognitiva y de esa forma poder realmente estar en un camino de evolución.
Si no le bajamos el volumen a esos sesgos de confirmación, no nos va a ser posible cambiar las cosas que queremos cambiar y creo que de eso se trata la vida. Por eso la evolución constante del ser para mí es un estilo de vida. Es a lo que me dedico y creo que en el mediano plazo también a lo que me dedicaré, pero creo que es inevitable hacia el futuro también que siga trabajando esto, el resto de la vida, es lo que me conecta y es lo que me hace humano, es lo que hace que yo todos los días sonría hasta en los momentos más complicados. Si ustedes encuentran de valor esta información que comparto semanalmente, los invito a compartirla con otros, porque la idea es que hagamos que la empatía y lo positivo también se vuelva viral, para que de esa forma seamos muchos más los que estamos en este camino de autoconocimiento y de querer que el mundo sea un mejor lugar.
Un abrazo muy muy grande como siempre y nos vemos en la próxima.
Chao, chao.
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