¿Quién es el responsable de tu estrés en el trabajo?

El pensamiento de la semana gira alrededor de las cosas, situaciones y personas que permitimos que nos estresen y a quién culpamos por ello.

En las etapas de desarrollo espiritual, aceptar la responsabilidad individual de lo que sentimos es pasar de la primera etapa de consciencia, que es ser una víctima a después querer tener el control sobre todo lo que nos sucede y finalmente soltar ese control y aceptar que la vida sucede para nosotros.

No tener control es de las cosas que más nos estresan a los seres humanos. No tener control sobre nuestro jefe, por ejemplo, o sobre el clima, nuestra pareja o nuestros hijos.

Supongo que cada uno de nosotros tiene mil ejemplos de personas y situaciones que nos generan estrés, pero la gran pregunta es, ¿quién es el responsable de tu estrés en el trabajo, en tus relaciones y en la vida en general?

¿Es la forma en cómo respondemos al estrés una forma de medir nuestro crecimiento personal y espiritual?

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Índice

1. Tu trabajo no te estresa, tú te estresas
2. El avance de mi estrés
3. Etapas de Desarrollo Espiritual
4. Una práctica de estoicismo
5. ¿Quieres profundizar más?

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Tu trabajo no te estresa, tú te estresas

El pensamiento de la semana gira alrededor de las cosas, situaciones y personas que permitimos que nos estresen y cómo creo que ese estrés, en últimas en 100% nuestra responsabilidad.

“Ningún trabajo es estresante. Es tu incapacidad para manejar tu cuerpo, mente y emociones lo que lo hace estresante”.- Sadhguru

Esta semana en el camino del experimento de la incoherencia consciente en el que me embarqué,  viví situaciones que me estresaron, bastante.

Pasó un huracán por el sitio donde voy a trabajar, dañó todos los espacios que teníamos seleccionados y unas personas que no conozco pero tienen poder sobre el destino del proyecto casi lo detienen y lo retrasaron. Son esas cosas de las cuales no tenemos control y eso precisamente es lo que trae mal genio.

Esto me llevó a recordar otros momentos de estrés cuando trabajaba en TV hace más de 11 años que me enloquecían y hasta me enfermaban.

En chiste alguien me dijo, “ya te acuerdas por que habías dejado la tv”.

Y sí claro, es por cosas como esa donde no tenemos control pero el problema no era la TV, era yo. No tener control es de las cosas que más nos estresan a los seres humanos. No tener control sobre nuestro jefe, lo que él o ella nos pide, lo que no acepta, lo que no le gusta o no entiende, cómo nos trata, etc, etc. Supongo que cada uno tiene mil ejemplos de personas y situaciones que generan estrés.

No tenemos control sobre el clima, no tenemos control sobre nuestra pareja sentimental, sobre lo que piensan otros de nuestra forma de ser, si nos aceptan como somos o nos critican, no tenemos control sobre lo que quieran (o no) hacer nuestros hijos, sobre si gana nuestro equipo preferido o en últimas sobre casi cualquier cosa en la vida. Y todo esto nos estresa porque no nos gusta la incertidumbre y queremos que la vida funcione bajo nuestras expectativas, aprendidas de otros eso sí, y que al no cumplirse nos estresan.

El avance de mi estrés

Antes y después...

Bueno, a diferencia de hace 11 años donde mi forma de afrontar estos problemas me desbalanceaba, me llevaba a estar de muy mal genio y hasta tratar mal a otras personas, ahora, he podido ver el avance en el trabajo que vengo desarrollando hace años de crecimiento personal y espiritual. De autoconocimiento.  Lo que he notado es que el estrés ya no me hace tanto daño como antes porque puedo soltar esa expectativa sobre la creencia de cómo deberían ser los resultados muy rápidamente.

Resulta que ningún trabajo es estresante. No hay personas estresantes. Es solo la interpretación que nosotros como individuos le damos a las situaciones en nuestra vida. Al final el estrés no es más que, como dice Sadhguru,  “es tu incapacidad para manejar tu cuerpo, mente y emociones lo que lo hace estresante”.

Hoy en día noto que sí me estreso, me angustio o siento ansiedad, es simplemente una señal de que hay cosas en las que debo trabajar, que tengo todavía aprendizajes por delante que interiorizar.

Eso es hacerse dueño de la vida. Aceptar que soy YO quien se estresa, que yo soy dueño de mi cuerpo y de mis emociones. Porque no hay nada que demuestre el mal manejo de las emociones más que decir, “es que tú me estresas, es que mi jefe me estresa, es que mi trabajo me estresa”.

Aceptar que eres TÚ el responsable sobre las emociones que sientes y que estas dependen de las creencias que tienes te indica que estas evolucionando el el camino de autoconocimiento y desarrollo espiritual. De afuera hacia adentro primero, es decir el estímulo externo viene primero,  y de adentro hacia afuera después, cómo lo interpretas y cómo reaccionas frente a ese estímulo. Esa es la vara con la que podemos medir todos los días nuestra evolución.

Tener la capacidad de parar, respirar, agradecer, entender mi humanidad y los aprendizajes que vienen con las incomodidades de la vida es un superpoder que tenemos los humanos porque trae consigo una inmensa sensación de satisfacción, plenitud, entendimiento de la vida misma y de por qué nos sucede lo que nos sucede.

Etapas de Desarrollo Espiritual

Una práctica de estoicismo

Lo bonito es que mientras le respondía me llegó algo que no había pensado antes. Le expliqué primero que ser un incoherente consciente no es más que una práctica de estoicismo donde la incoherencia solo existe hacia los ojos de los demás porque les generan una disonancia cognitiva con lo que, en teoría, uno representa según los temas de los que habla o defiende. Pero para quien la practica,  si eres incoherente y sumas la consciencia del aprendizaje, tal vez no pueda haber un acto más coherente que ese porque está alineado con el proceso de búsqueda y aprendizaje continuo donde aceptas que no importa lo que digas o hagas, no importa lo que suceda, tu eres el dueño de tu estrés y de tus emociones, y lo que hagas con ellas marcan el camino de aprendizaje, la vara con la que mides tu grado de evolución en el que estás. Sin consciencia la incoherencia te jugará en contra de lo que buscas, con consciencia de los aprendizajes internos que trae cada paso que das, todo esto jugará a tu favor. Es como inscribirse a hacer un PHD sobre tí mismo. Tal cuál como hacían los estoicos que viviendo en la riqueza buscaban experimentar vivir en pobreza para darse cuenta que no los determinaba y que no era tan grave como ellos mismos lo temían.

En tu caso, piénsalo por un momento sin juicios, tú eres el que se estresa, no tu trabajo o las personas que te rodean.

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Para terminar el pensamiento de la semana sobre, Kelly McGonigal tiene una charla TED muy interesante sobre el estrés que se las recomiendo, ella no habla de la responsabilidad del estrés como lo planteo acá, pero es interesante sumarle que ese estrés que sentimos, es muy malo solo si creemos que es malo. En cambio si lo usamos a favor, que es la razón que existe en nuestro cuerpo, para prepararnos, y creémos que no es malo, puede mejorar nuestros resultados y salud.

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